Esta semana el término que nos tocó aprender es Deepseek. Es la competencia, pero de verdad, de Chatgpt. O eso parece por todo el revuelo que ha causado y que hasta los mercados financieros han reflejado. Y ustedes saben que cuando se trata de plata, allí es que todos corren.
Deepseek es un modelo de inteligencia artificial más accesible y efectivo. Yo apenas lo descargué ayer, así que todavía no les puedo decir. Pero parece muy amigable.
Antes de que alguien empiece a enumerarme los peros de esta nueva tecnología, aclaro que no he venido aquí a defenderla. Solo la uso para hablar de un término que muchos han mencionado a raíz de ella.
Y es que Open Ai, los de Chatgpt ya han mostrado su indignación y puesto la queja. Dicen que este nuevo actor se ha copiado de ellos. Los ha usado para mejorar ¡sin su permiso!
Es cierto.
Es aquí donde viene el momento Schadenfreude (denme un momento que estoy con mucho cuidado porque se me va una letra mal). Es un término alemán, que no tiene equivalente en español, pero que significa alegrarse del mal ajeno. Disfrutar de la desgracia de otro.
El hecho de no tener una palabra para ello no impide, que nosotros, unos más que otros, estemos haciendo esto desde siempre. Algunos lo hacen varias veces al día.
Artistas, autores, medios de comunicación y un largo etc de personas y organizaciones. Se han quejado y hasta han demandado porque Chatgpt usa todo lo que está disponible en internet para entrenarse. Sí, todo.
Se debe a eso que sea tan bueno.
Según ellos, aunque no se atreven a decirlo abiertamente, es en bien de la humanidad. Dígame usted, todos los beneficios que nos trae la inteligencia artificial, acaso no es un pequeño precio a pagar (robar los derechos de autor).
Vemos como la velocidad de nuestros tiempos nos ha permitido ver muy pronto como este gran modelo de inteligencia artificial toma de su propia medicina. Aquí en Panamá también diríamos ¡Bien hecho!
Pero después de ese momento Schadenfreude nos toca volver a la reflexión.
Seguimos en aguas inciertas. No vivimos en una selva donde el león manda y los otros se callan (los leones de nuestra época incluyen también a las grandes tecnológica) y los derechos de autor deben ser respetados. Así podemos hablar de un verdadero bien para la humanidad.
* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autora.
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