Para el colectivo artístico Boa Mistura las ciudades son lienzos en blanco. Por muy caóticas que parezcan, las urbes son los puntos neurálgicos en las que opera este grupo: lo hacen con formas, con colores, con palabras, utilizando todas las técnicas de la plástica: la profundidad, la armonía, en fin, la estética.

Muros, fachadas, lotes baldíos, calles, callejones, estructuras abandonadas, los espacios públicos son para ellos el lugar perfecto para sembrar la esperanza que solo produce el arte. Para lograr una transformación no solo en el entorno de un barrio sino también en el semblante de los que transitan a diario por ese pedacito de ciudad que, aunque cotidiano, Boa Mistura lo hace nuevo, le insufla nueva vida, le impregna emoción y finalmente, hace que todos sientan orgullo por el trabajo culminado. Y más aún si los vecinos han colaborado con esta gran obra de embellecimiento.

Boa Mistura: Colores que unen a un barrio

El grupo de artistas, junto a los vecinos, trabajan para transformar, de forma poética, esta cancha ubicada frente al mar al final de la calle 4ª Oeste, en Casco Antiguo. Fotos Cortesía

Vila Brasilândia, favela ubicada al noreste de la ciudad de São Paulo; la ciudad antigua de Argel (en Argelia); unas ruinas producto de bombardeos durante la II Guerra Mundial en Belgrado (Serbia); el barrio del Romerillo, en las afueras de La Habana; La Playita en la ciudad portuaria de Buenaventura en el Valle del Cauca, Colombia; y un solar vacío en Nairobi, son algunos de los sitios a los que Boa Mistura ha acudido para emprender proyectos que tengan un significado poético, que inspiren a los habitantes, que siembren paz, porque lo que todos estos lugares tienen en común es la necesidad de hacer estas obras por diversas razones que pasan, principalmente, por el orden de la desigualdad social.

Este colectivo nacido en Madrid a finales de 2001 está conformado por Javier Serrano, Javier Ballesteros y Pablo Purón y su nombre significa “buena mezcla”, en portugués, porque así se sienten, así se llevan entre sí y es lo que irradian cuando asumen un proyecto: lo bueno que es convivir, lo positivo que ocurre cuando se mezclan distintas personas con un fin común, cuando todos son incluidos.

La cancha de San Felipe

A Panamá llegaron por iniciativa del Centro Cultural de España – Casa del Soldado para intervenir una cancha de San Felipe -o de Casco Antiguo- ubicada al final de la calle 4ª Oeste, frente al mar. Esta cancha, sobreviviente de todas las restauraciones y renovaciones que ha sufrido este Patrimonio Histórico de la Humanidad, permanece humilde, inamovible, dándole la bienvenida a los chicos y chicas que quieren jugar fútbol en la tarde o al grupo religioso que quiere elevar una plegaria desde ahí o a la autoridad local que convoca a una fiesta por el Día de las Madres o por Reyes Magos. Es un sitio en el que tiene sentido llevar a cabo una de las grandiosas obras de Boa Mistura.

Boa Mistura: Colores que unen a un barrio

Los Pablos y Javier llegaron con una semana de antelación y pusieron primero a todo el que quisiera a limpiar el espacio, el lienzo en el que llevarían a cabo su proyecto “Tú + Yo”, un diseño que fue elegido por los propios vecinos y que “ha sido elaborado a partir de las respuestas y reflexiones de niños, niñas y adolescentes del barrio”, de acuerdo a un boletín de Casa del Soldado. Y añade la nota que “el objetivo es plasmar en el espacio público sus voces, pensamientos y emociones, promoviendo así un sentido de pertenencia y apropiación del entorno urbano”.

En el piso de la cancha quedará un diseño basado en una encuesta aplicada entre los moradores del barrio en el que se les preguntaba, por ejemplo, qué es aquello que más les gusta de su barrio, qué colores utilizarían para hacer un dibujo de su barrio o sobre sus mejores recuerdos en esta cancha.

Y lo mejor es que los recuerdos colectivos se multiplicarán después de esta experiencia y les quedará una cancha colorida, brillante, que los seguirá invitando a pasar buenos momentos.