Millones de personas alrededor del mundo pasan sus días frente a una pantalla, ya sea de celular, televisor, computadora u otros dispositivos electrónicos. La sociedad actual, con sus formas de comunicación y convivencia, incentiva en gran medida que estemos constantemente conectados a la tecnología. Sin embargo, es importante desconectarse de vez en cuando.
“Las pantallas afectan negativamente la atención, la concentración, el aprendizaje, la memoria, la regulación emocional, el funcionamiento social, la salud física, así como el desarrollo de trastornos mentales y el consumo de sustancias”, detalla National Geographic.
Por su parte, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales de Estados Unidos señala que “la luz de los dispositivos electrónicos durante la noche puede alterar los relojes biológicos. En consecuencia, esto puede causar trastornos del sueño y contribuir al desarrollo de afecciones médicas crónicas como obesidad, diabetes o depresión”, destaca el medio.

Además, el grupo hospitalario europeo Quirónsalud advierte que “el constante cambio de atención entre diferentes aplicaciones, redes sociales y el intento de concentrarse en las tareas cotidianas o en la familia puede afectar la memoria a corto plazo, disminuir la concentración y generar fatiga mental”.
La Universidad Anáhuac, en México, comparte que realizar una desintoxicación digital puede traer múltiples beneficios, entre ellos:
Mayor atención y menos distracción
Reducción de la ansiedad y el estrés
Mayor tranquilidad y equilibrio emocional
Mejora en la toma de decisiones
Mejor calidad del sueño
Aumento en la productividad y el enfoque
Mayor apreciación de nuestro entorno, especialmente de la naturaleza
La institución enfatiza que no se trata de eliminar por completo la tecnología, sino de reducir su uso de manera consciente: “Es prácticamente imposible no estar cerca de la tecnología, pero sí se puede reducir su uso considerablemente”, afirma.

Unido a esto, la revista Glamour recomienda algunos pasos clave para realizar tu detox digital:
Establece límites de uso: define horarios específicos para el uso de dispositivos.
Desactiva notificaciones: reduce distracciones silenciando alertas innecesarias.
Crea zonas libres de tecnología: designa áreas en tu hogar donde no se permitan dispositivos.
Fomenta hábitos saludables sin pantallas: dedica tiempo a actividades como lectura, ejercicio o meditación.
Estos días libres son una excelente oportunidad para desconectarse de la tecnología, descansar y recargar energías. Aprovéchalos y establece, al menos, un día sin pantallas. Tu mente y tu cuerpo te lo agradecerán.