Los orígenes del pastel de queso parecen remontarse a la Antigua Grecia. Nada extraño, ya que la base de este postre formaba parte del día a día de la gastronomía griega desde su origen. El queso fue un alimento que nuestros antepasados neolíticos descubrieron accidentalmente. Al dejar almacenada la leche en recipientes que no eran más que tripas de animales, se encontraron con un alimento cuajado que fueron, poco a poco, refinando.
De ahí a mezclarlo con harina de trigo y miel en la Antigua Grecia, el origen de la tarta de queso quedaría datado en el año 776 a. C., fecha en la que comenzaron los Juegos Olímpicos y donde queda registrado como un alimento energético que consumían los atletas participantes.
Con la conquista romana de estos territorios, la expansión por Europa de este postre delicioso fue tan vasta como la de los propios conquistadores. Con variaciones y evoluciones, según el tipo de queso y acorde con la historia de las civilizaciones, los colonos europeos en América llevaron la receta consigo. Corría el siglo XVIII.

Los orígenes de la tarta de queso parecen remontarse a la Antigua Grecia. EFE/Juan A. Medina
Habría que esperar a otra elaboración accidental, en 1872 —la del queso crema Philadelphia— por parte del lechero neoyorquino William Lawrence, para que este ingrediente formara parte de la receta más cercana a la que, a día de hoy, conocemos.
En la actualidad, el cheesecake neoyorquino es más que un postre: es todo un icono, porque forma parte de la historia del propio país. Representa cómo la introducción de una receta europea ha quedado integrada y perfeccionada, otorgándole un toque genuino americano. Es por esto por lo que se celebra el Día Mundial del Cheesecake, una decisión tomada por sus fans declarados allá por 1985.
La pasión que desata esta delicia lleva a premios y reconocimientos a nivel mundial, y también a que diversas celebrities se hayan lanzado a realizar sus propias versiones y compartir sus recetas.

Vista de varias tartas de queso elaboradas por el restaurante "de La Viña", de la Parte Vieja de San Sebastián (España). EFE/Juan Herrero.
La guía gastronómica TasteAtlas, que elabora rankings de las mejores recetas según votos y valoraciones en redes sociales, llevó al Top 1 la tarta de queso al horno elaborada por el chef Santiago Rivera en el restaurante donostiarra La Viña.
Servida desde hace tres décadas, causa furor entre los comensales, y es tan sorprendente la sencillez de sus ingredientes como la pasión que reparte, y que queda reflejada en redes sociales con el compartidísimo hashtag #BasqueBurntCheesecake.
Su éxito internacional quedó catapultado para siempre cuando The New York Times, en su sección de Gastronomía, consideró al postre estrella de La Viña como “Sabor del año 2021”. Sus humildes ingredientes —queso crema, nata, harina, huevos y azúcar— triunfan.
También destaca, entre los fans de esta delicia, el cheesecake del restaurante Junior’s en Brooklyn, Nueva York. Muy celebrado, entre otros, por el expresidente estadounidense Barack Obama. Tan emblemático es este lugar que se convirtió en la localización elegida por la serie Sexo en Nueva York para celebrar la esperada boda entre Carrie Bradshaw y Big.
También forma parte de la historia de Junior’s el grito que lanzó una multitud de neoyorquinos en una madrugada de 1981, cuando el local se incendió: Save the cheesecake!

Los ingredientes de la tarta de queso son básicos, al alcance de todos los paladares.EFE/Juan A. Medina
“Celebrities” fans del “cheesecake”
Personalidades relevantes de diversos ámbitos han reconocido su fascinación por este postre y se han puesto manos a la obra para añadir su propio toque personal a la receta.
La presentadora Oprah Winfrey, en su web oficial oprah.com, comparte recetas del cheesecake con diferentes versiones. Además, es famosa su propia receta, a la que añade calabaza y que, según ha comentado en entrevistas, suele elaborar para Acción de Gracias, añadiendo un toque de canela y nuez moscada.
Taylor Swift es otra celebridad apasionada del cheesecake. Coincide con Oprah Winfrey en versionar este postre con el añadido de calabaza que elabora en otoño.
Aprovechando esta pasión, algunas pastelerías no han dudado en realizar versiones del cheesecake con el universo “Swifty”, para deleite de sus fans, como el “Bad Blood”, basado en el “cheesecake” tradicional; el “Ready for It”, que añade al “cheesecake” una base de brownie y mantequilla de cacahuete; o el “Wildest Dreams”, que incorpora al postre frutos rojos silvestres. Todos, títulos de canciones de la estrella estadounidense.
Quien ha manifestado también públicamente su amor por este icónico postre ha sido Meghan Markle. La duquesa de Sussex ha aportado su propio toque, manifestando su gusto por los sabores más ligeros.
El cheesecake que ella elabora incluye limón y frutos rojos, y no está horneado. En su página oficial As Ever, donde refleja su estilo de vida, suele incluir recetas inspiradoras e imágenes de su vida cotidiana, incluida su pasión por los postres.
El cheesecake o tarta de queso se convierte así en uno de esos deleites que democratiza. Sus ingredientes son básicos, al alcance de todos los paladares.