Mi primer domingo de mayo transcurrió entre copas y sabores. Había llegado al hotel Renaissance de Marriott, ubicado en vía España, para un maridaje dirigido por Federico Giménez Rilli, parte de la cuarta generación de la familia fundadora de las bodegas y viñedos Giménez Rilli, con sede en el Valle de Bucos, en Mendoza, Argentina.
Federico había llegado a Panamá invitado por Roberto Mendoza, quien recibía con una sonrisa y amabilidad a cada uno de los asistentes a esta cita.
El maridaje, organizado para 20 personas, reunió a empresarios, chefs y dueños de restaurantes, quienes exploraron la propuesta enológica de esta exclusiva bodega. Era un encuentro cercano, casi casual, donde Federico compartió la historia de su familia. El apellido Rilli proviene de Italia. Una silueta de sus ancestros es el logotipo de esta empresa familiar que tiene más de 100 años.

Federico Giménez Rilli, parte de la cuarta generación de la familia fundadora de las bodegas y viñedos Giménez Rilli, en su reciente visita a Panamá. Fotos: Anahil Trómpiz Torres
La experiencia comenzó con los vinos edición limitada Tío Excéntrico Blend de Blancas. El primero fue un chardonnay con riesling, servido junto a almejas al ajillo tableño. Le siguió el Tío Excéntrico Blend de Tintas, un malbec con merlot, con el que degustamos corvina a la sal, presentada como la pesca del día. Aunque los platillos del mar suelen ser acompañados con vino blanco, esa día el mismo Federico nos aclaró que ya no es una regla; uno acompaña el plato con la bebida a su gusto.
Para el tercer momento se sirvieron los vinos Gran Familia Malbec y Syrah, en conjunto con costillas de cordero preparadas con finas hierbas. Como guarnición, camotes y remolachas horneadas. Más tarde apareció el postre: una tartaleta vasca que cerró la jornada.
El maridaje se realizó en el Jota’s Bar, uno de los restaurantes del hotel, con grandes ventanales con el que se podía apreciar la colorida decoración del lobby y parte del área de la piscina. Afuera, la tarde soleada completaba el ambiente.

La experiencia fue un recorrido por los vinos edición limitada Tío Excéntrico Blend de Blancas y Tío Excéntrinco Blend de Tinas. En la mesa, dos grandes corvinas a la sal, presentadas como la pesca del día. Fotos: Anahil Trómpiz Torres

Federico Giménez Rilli fue quien dirigió este maridaje, donde también compartió la historia de la bodega familiar. Fotos Anahil Trómpiz Torres
Antes de comenzar la cita, Federico compartió con revista ELLAS sus etiquetas predilectas de la bodega familiar: el espumante de dulce natural, el torrontés, el cabernet franc de la línea Padres Dedicado, el syrah (incluido en la degustación) y la serie Joyas de Familia Gran Blend.
Su familia son productores de vino desde 1920, un legado que comenzó con sus bisabuelos y que ahora se ha expandido a una propuesta turística. En el viñedo tienen un restaurante y una casa de huéspedes, donde no solo ofrecen una experiencia gastronómica (desde el desayuno hasta la cena) sino también ha sido el escenario para eventos empresariales y hasta grandes celebraciones como bodas.