Casi 10 años después de lo que describió como una experiencia de la que pensó no saldría con vida, la empresaria y personalidad de televisión Kim Kardashian regresó a París para declarar en el juicio contra los presuntos autores del robo que sufrió en 2016.

“Todo sucedió el 3 de octubre de 2016, poco antes de las tres de la madrugada, cuando cinco individuos —cuya edad media rondaba entonces los 60 años (hoy tienen cerca de 70)— entraron en su habitación, la inmovilizaron y, en menos de 10 minutos, le robaron joyas valoradas en 10 millones de dólares antes de huir en bicicleta”, detalló El País, que calificó el asalto como el mayor golpe contra una persona en Francia en los últimos 20 años.

Kim llegó al antiguo Palacio de Justicia de París, cerca de la catedral de Notre-Dame, vestida completamente de negro y acompañada por su madre, Kris Jenner. Según El Mundo, la influencer llevaba un collar de diamantes valorado en 3.5 millones de dólares.

La propietaria de Skims declaró ante el tribunal que temió ser violada y asesinada la noche del robo. Relató que llevaba puesta solo una bata para dormir, la cual se abrió cuando intentaron inmovilizarla, dejándola completamente desnuda. “Entonces me quedé desnuda y pensé que me iban a violar. Me preparé mentalmente para eso”, indicó ante el jurado, según El País.

‘Le preguntaba al seguridad si íbamos a morir’, Kim Kardashian declara en el juicio sobre el robo que sufrió en 2016

Entre lágrimas, Kim recordó que, al no poder comunicarse con los perpetradores —que hablaban francés—, intentó hablar con el guarda de seguridad, que también había sido reducido. “Le preguntaba si íbamos a morir. En su mirada no había expresión. Me decía: ‘No lo sé’. Yo le decía: ‘Tengo hijos, tengo que volver a casa’”, relató conmovida.

“Es la primera vez que Kardashian se enfrenta a los hombres acusados de atacarla de madrugada a punta de pistola en su suite durante la Semana de la Moda y robarle más de seis millones de dólares en joyas, entre ellas el anillo de compromiso que le había regalado su pareja de entonces, el rapero Kanye West. Fueron cinco individuos quienes la inmovilizaron en una de las habitaciones para perpetrar el robo”, detalló El Mundo.

Durante el juicio, vivió varios momentos de gran carga emocional. Uno de ellos fue cuando recordó que, mientras rezaba, pensaba en su hermana Kourtney, convencida de que regresaría a la habitación y la encontraría muerta.

Otro momento destacado por El País fue la lectura de una carta del autor confeso del robo, en la que le pedía disculpas. “Aprecio sus palabras y lo perdono, pero eso no modifica mi trauma”, respondió la influencer.

Actualmente, se juzga a diez personas —nueve hombres y una mujer—, todas en libertad bajo control judicial. En principio eran doce, pero uno de los implicados no puede testificar debido a un diagnóstico de alzhéimer, y otro falleció en marzo pasado. La mayoría de los acusados tiene antecedentes delictivos.