Hablaba con una clienta hace unos días acerca de las prioridades y de los deseos.
Ella se encuentra en búsqueda de una nueva casa, su sueño siempre fue tener un jardín con un espacio para tomar unos mates por la tarde. Cuando me contaba sobre su búsqueda, en una de las sesiones me comentó que estaba cambiando de objetivo y viendo apartamentos, había encontrado uno en donde había un cuarto adicional para el tablero de diseño de su hijo que va al colegio. Le pregunté: ¿y tu oficina? ¿Y tu jardín?
Me miró…
Mi siguiente pregunta fue: ¿estás encontrando la casa? Su respuesta fue: ‘no’, y está muy frustrada con eso.
Le sugerí que frene un poco hasta identificar sus prioridades.
¿Cómo es que va a encontrar un lugar si no hay espacios que cubran sus deseos y necesidades? Con cuanta facilidad muchas mujeres se ponen en un segundo, tercero y último lugar.
Se vino a mi mente un discurso del filósofo Epícteto que dice así:
“Primero, dite a ti mismo qué tipo de persona quieres ser, luego haz lo que tengas que hacer. Porque en casi toda empresa vemos que este es el caso. Aquellos que se dedican al atletismo primero eligen el deporte que quieren y luego hacen ese trabajo.”
Es muy poco probable que un arquero dé en el blanco de un centro al que no apuntó. Muy parecido a: “donde va el foco va la energía, y donde va la energía va la acción”.
Lo mismo ocurre con las personas y sus objetivos, habrá tiros que se pierdan o no sirvan para algo mayor. Cuesta pasar por la tensión arquera y alcance un blanco al que no apuntó. Lo mismo ocurre contigo, cualquiera que sea tu objetivo. Seguro que fallarás el blanco si no te molestas en tensar y disparar.
Por otro lado, nuestras percepciones y principios nos guían en la selección de lo que queremos, pero son nuestras acciones consistentes y repetidas las que determinan si llegamos allí o no.
Así que sí, dedica algún tiempo —tiempo real, ininterrumpido— a pensar en lo que es importante para ti, cuáles son tus prioridades. Luego, trabaja para lograrlo y abandona todo lo demás. No basta con desear y esperar, debes actuar y actuar correctamente.
Volviendo a mi clienta, cuando volvimos a vernos, su rostro irradiaba motivación, se dio cuenta que en su vida, había tomado decisiones pensando y poniendo a los demás primero, estaba motivada con la búsqueda teniéndose ella en cuenta y a sus sueños, no sin dejar de lado el bienestar para su familia. ¿Qué crees que va a pasar con ella? ¡Estoy segura de que su casa soñada está a punto de aparecer!
¿Cúal es tu sueño? ¿Qué es eso que te gustaría hacer y que estás dilatando? ¿Qué tal si das espacio a algo de eso hoy? Haz tu lista y comienza por accionar sobre alguno de esos deseos.
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¡Buen fin de semana!
