Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), al menos una de cada cuatro niñas en edad escolar en América Latina y el Caribe ha faltado a clases por no tener acceso a productos menstruales. Y aunque la menstruación es un proceso biológico, en muchos países sigue siendo fuente de vergüenza, estigma y discriminación.
Este 28 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Salud Menstrual, una fecha instaurada en 2014 por activistas internacionales para reconocer la importancia del acceso a la salud menstrual, la educación sobre el tema y el empoderamiento de las personas menstruantes.
En el marco de este día AIDS Healthcare Foundation AHF Panamá reitera el llamado a gobiernos, sector privado y sociedad civil a garantizar que todas estas personas puedan tener una menstruación digna, sin barreras ni estigmas.
En América Latina y el Caribe, millones de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes siguen enfrentando obstáculos sistemáticos para gestionar su menstruación con dignidad. Falta de agua limpia, productos de higiene adecuados o privacidad en escuelas y espacios públicos son parte de una cadena de exclusión que afecta su salud, autoestima y permanencia escolar.
De acuerdo con un estudio de la ONG Plan International, 35% de adolescentes y jóvenes en todo el mundo cree que la menstruación debe mantenerse en “secreto” pues consideran que aún es un “asunto privado” o vergonzoso.
Según un informe de WaterAid y Unfpa (2023), a quienes más afecta la pobreza menstrual en América Latina y el Caribe son quienes viven en situación de calle, están privadas de libertad, pertenecen a comunidades indígenas o son migrantes. Estos grupos enfrentan mayores barreras para acceder a productos de higiene, agua segura y educación menstrual, lo que profundiza su exclusión y vulnerabilidad.
“En Panamá, hablar de menstruación sigue siendo un tabú. Desde AHF trabajamos para que este tema sea parte de la conversación pública, de las políticas sociales y educativas”, afirmó Natasha Dormoi, coordinadora de país de AHF Panamá.
Dormoi recalcó que la salud menstrual es una cuestión de derechos humanos, equidad y dignidad, “nadie debería faltar a la escuela, al trabajo o pasar situaciones incómodas por no tener acceso a información y productos menstruales”.
Desde 2019, AHF ha distribuido más de 1 millón de productos de higiene menstrual en América Latina y el Caribe, incluyendo copas menstruales, kits de higiene y materiales educativos. En 2024, las actividades impactaron directamente a más de 250 mil personas en 12 países.