“Imagínate ser papa y tener esta foto... tenés que cerrar el Vaticano”, “Sabes que el disco iba a estar bueno cuando la portada se ve así”, “Sin dudas el argentino más importante de la historia”, “AURA”.
Estos son algunos de los tuits publicados por usuarios en la red social X cuando la cuenta @gonsanchezreyAR compartió una fotografía de archivo captada en 2008, cuando el entonces arzobispo argentino Jorge Mario Bergoglio, de 71 años, viajaba en el metro de Buenos Aires antes de convertirse papa en 2013.
Foto tomada por Pablo Leguizamon (2008)
En la imagen tomada por el fotoperiodista Pablo Leguizamon se ve al cura como un pasajero más, vestido con su sotana bajo un abrigo negro. Con su mano derecha dentro de su chaqueta y una mirada que parece hablar, el futuro papa iba sentado a bordo de un vagón de la línea A del subte (metro) de la capital argentina.
“Esta foto fue tomada por Pablo Leguizamon después de hablar en Plaza Miserere con los familiares de la tragedia de Cromagnon, yendo en subte a la Catedra para el Corpus Christi”, describe la página de Facebook Bazar de Reliquias y Antigüedades: El Ascenso de Carlomagno.
Una reseña de BBC Mundo publicada en 2013 contaba que durante su vida en Argentina, Jorge Mario Bergoglio vivía en el centro de Buenos Aires en un edificio modesto cercano a la Catedral, lugar donde trabajaba.
Foto tomada por Pablo Leguizamon (2008)
“Mucha gente lo reconocía por su atuendo religioso, pero llamaba la atención que caminaba por la calle como uno más, nunca tenía guardias y siempre tomaba el tren o el subte (metro), nunca un chofer o auto privado”, señaló en ese momento a BBC Mundo Jorge García, un vendedor de diarios que trabajaba por donde pasaba con frecuencia el entonces sacerdote.
Tomando mate en Buenos Aires (2008)
El Papa Francisco, ahora de 88 años, fue hospitalizado el 14 de febrero de 2025 en el Hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral. Durante su estancia, ha experimentado complicaciones como una crisis respiratoria asmática prolongada el 22 de febrero y una insuficiencia renal leve.
Aunque su estado sigue siendo crítico, recientes informes del Vaticano indican una “ligera mejoría”, con ausencia de nuevas crisis respiratorias y una reducción en la necesidad de oxígeno. A pesar de su delicada condición, el Papa ha retomado algunas actividades y ha expresado su gratitud por las oraciones recibidas.
