Sofocos, insomnio, cambios de humor, y miedos ocultos. La menopausia sigue siendo una etapa llena de dudas y silencios para muchas mujeres. Pero, ¿Y si en lugar de de temerla, la viviéramos como una oportunidad para reconectar con nosotras mismas?
En esta entrevista, la nutricionista y naturópata, Sharon Amoyal derriba mitos, propone hábitos simples pero poderosos y nos invita a cambiar la mirada: cuidar el cuerpo, nutrir las emociones y abrazar esta nueva etapa con libertad y plenitud.
Sharon propone una perspectiva naturopática, que se basa en buscar sanar de manera integral a través de lo natural, lo emocional y lo energético. Junto a este enfoque acompaña a las mujeres a reconectar con su bienestar de forma consciente y sostenible.
A veces se piensa que la menopausia es el fin de algo, y eso genera miedo o tristeza. Desde tu experiencia, ¿Cómo se puede ver esta etapa de forma más positiva y natural?
La menopausia no es el fin de nada, es el inicio de una nueva libertad. Es un renacer, una etapa donde el cuerpo deja de prepararse para crear vida externa y comienza a crear vida interna. Desde una mirada natural, es un momento sagrado para reconectar con una misma, soltar viejas cargas y redirigir la energía hacia el propósito personal y espiritual. Verla como un cierre con sabiduría en lugar de pérdida cambia por completo la experiencia.
Muchas mujeres sienten síntomas como sofocos, insomnio o cambios en el ánimo. ¿Hay alimentos o hábitos naturales que realmente ayuden tanto con lo físico como en lo emocional?
Sí, hay muchos. En mi experiencia clínica recomiendo:
• Incorporar alimentos ricos en fitoestrógenos como semillas de lino, sésamo y legumbres.
• Evitar alimentos inflamatorios como lácteos, gluten y azúcar refinada.
• Dormir temprano, respirar profundo y caminar descalza sobre la tierra al menos 10 minutos al día.
• Usar infusiones naturales como salvia, trébol rojo y maca andina para regular el sistema hormonal y emocional.
• Tomar diariamente un shot verde en extractor: 1 tallo de apio, 1 ramita de perejil, ½ limón (sin cáscara) y un trocito pequeño de jengibre fresco. Se extrae el jugo y se toma en ayunas, entre 6:00 y 9:00 a.m.
¿En qué beneficia este shot verde?
• Limpia el hígado y los riñones de toxinas acumuladas
• Desinflama naturalmente todo el sistema
• Mejora la digestión y alivia el estreñimiento
• Refuerza el sistema inmunológico
• Aporta energía sostenida sin necesidad de café
• Mejora el estado de ánimo y la claridad mental
Es un shot terapéutico, natural, y sobre todo accesible, que muchas mujeres integran como parte de su rutina de sanación.
En esta etapa, muchas mujeres sienten que ‘ya no vale la pena cuidarse’ o que ‘es muy tarde para cambiar hábitos’ ¿Qué les dirías a quienes piensan así?
Nunca es tarde para cuidarte. Mientras haya vida, el cuerpo está listo para sanar y renovarse. Cada día que eliges alimentarte mejor, descansar más y pensar con amor, estás rejuveneciendo tus células. No es cuestión de edad, es decisión. Lo importante no es cuántos años tienes, sino cómo los quieres vivir.
¿Hay alguna manera en que una mujer pueda prepararse para la menopausia?
Prepararse es escuchar al cuerpo desde antes. Comienza por reducir la inflamación, aprender a nutrirte sin dietas, mover el cuerpo con placer y cultivar una conexión emocional y espiritual sana. Entre más equilibrio tengas en tu sistema nervioso, digestivo y hormonal antes de esta etapa, más fácil y ligera será la transición.
¿Cómo se puede reducir la inflamación, además de evitar los alimentos inflamatorios como lácteos, gluten y azúcar refinada?
• Beber suficiente agua filtrada o alcalina
• Dormir bien y temprano (idealmente antes de las 10 p.m.)
• Respirar profundo varias veces al día
• Practicar gratitud, oración o meditación
• Usar cúrcuma con pimienta negra (en infusión o en cápsulas)
• Evitar productos con químicos tóxicos en la piel, como desodorantes o cremas con parabenos
La inflamación no solo viene por lo que comemos, también por lo que sentimos y por lo que nos rodea.
¿Qué significa “mover el cuerpo con placer”?
Significa exactamente eso: moverte de una forma que te haga sentir bien, sin presión ni castigo. Puede ser caminar por el parque, bailar en casa, nadar, practicar yoga, ir al gimnasio o cualquier disciplina que disfrutes.
El cuerpo sana más rápido cuando el movimiento viene desde el gozo y no desde la obligación. No se trata de sufrir para estar bien, sino de disfrutar cuidarte.