En las últimas décadas, las relaciones de pareja han experimentado transformaciones significativas, adaptándose a los cambios sociales, culturales y tecnológicos. Una de las tendencias emergentes es la de las relaciones abiertas, un modelo que desafía la monogamia tradicional y propone nuevas formas de vinculación afectiva y sexual. Pero, ¿son las parejas abiertas el futuro de las relaciones?
Una relación abierta se define como aquella en la que ambos miembros de la pareja acuerdan la posibilidad de tener otras relaciones sexuales o afectivas fuera de la unión principal, sin que esto se considere una infidelidad. Este tipo de acuerdos requieren una comunicación clara, confianza mutua y límites bien establecidos para funcionar adecuadamente.
Según el sitio especializado Psicopartner, entre las ventajas de las relaciones abiertas se encuentra la posibilidad de explorar la sexualidad con otras personas sin necesidad de ser infieles o sentir culpa por dichos deseos. Esto puede ser beneficioso para parejas con gustos sexuales diferentes o aquellas que, por motivos laborales u otros, pasan mucho tiempo separadas.
Sin embargo, este modelo no está exento de desafíos. La gestión de emociones como los celos, la inseguridad y la necesidad de una comunicación constante y honesta son fundamentales. Sin una adecuada gestión emocional, las relaciones abiertas pueden derivar en conflictos y malentendidos.
Perspectiva de los expertos
La psicóloga Rosa Rabbani señaló en el medio As que la falta de compromiso sólido es una de las razones por las cuales muchas relaciones fracasan en la actualidad. Ella destaca la importancia de la adaptación, la reciprocidad y la intimidad emocional en cualquier tipo de relación, ya sea monógama o abierta.
Por otro lado, la terapeuta Esther Perel ha enfatizado en la importancia de la comunicación y la confianza en las relaciones abiertas. Según Perel, estas relaciones requieren una enorme cantidad de confianza y una base sólida; si una pareja ya enfrenta problemas, abrir la relación podría empeorarlos en lugar de solucionarlos.
Testimonios
Un participante compartió su experiencia en un artículo de El País, donde relató que, tras cinco años de monogamia, él y su pareja decidieron intentar una relación abierta. Inicialmente, la experiencia fue positiva, permitiéndoles explorar nuevas dimensiones de su sexualidad y fortalecer su comunicación. Sin embargo, con el tiempo, surgieron sentimientos de celos e inseguridades que no habían anticipado, lo que llevó a la pareja a reevaluar su decisión y a buscar nuevas formas de manejar sus emociones.
En un artículo de La Opinión, se destaca la experiencia de una pareja que decidió abrir su relación después de varios años juntos. Establecieron límites claros, como no involucrarse emocionalmente con otras personas y no llevar a terceros a su hogar compartido. A pesar de estos acuerdos, uno de los miembros de la pareja cruzó los límites establecidos, lo que generó conflictos y desconfianza. Esta experiencia subraya la importancia de establecer y respetar los límites en una relación abierta para evitar malentendidos y mantener la confianza mutua.
En Código Nuevo se publicó la perspectiva de una persona soltera que se involucró con una pareja en una relación abierta. Inicialmente, la experiencia fue emocionante y liberadora. Sin embargo, con el tiempo, la persona soltera comenzó a sentirse utilizada y relegada, ya que la pareja priorizaba su relación principal. Este testimonio destaca la importancia de considerar y respetar los sentimientos de todas las personas involucradas en una dinámica de relación abierta.
En el sitio Relaciones Abiertas, una persona compartió su experiencia al salir con alguien en un matrimonio abierto. Aunque finalmente optó por la monogamia, su tiempo explorando el poliamor le brindó una nueva perspectiva sobre el amor y el sexo. Aprendió sobre la importancia de la comunicación abierta, la gestión de los celos y la necesidad de establecer expectativas claras.
¿El futuro de las relaciones?
Aunque las relaciones abiertas están ganando visibilidad y aceptación en algunas sociedades, no necesariamente representan el futuro de todas las relaciones.
Cada pareja es única y lo más importante es que ambas partes encuentren una dinámica que funcione para ellos, basada en la confianza, la comunicación y el respeto mutuo. Para algunas, la monogamia seguirá siendo el modelo preferido; para otras, explorar la no monogamia consensuada podría ser una opción válida.
Más que determinar si las parejas abiertas son el futuro de las relaciones, es esencial reconocer la diversidad de modelos relacionales y la importancia de que cada individuo y pareja elija el que mejor se adapte a sus necesidades y valores.