¡Hola! Soy Arlene y no, no soy escritora de profesión. Soy diseñadora gráfica y madre de una pre-adolescente. Si tienes uno en casa, dime qué señales estás teniendo con el tuyo. Aquí te comparto mi historia.
Mi hija Emily tiene 10 años. Ha sido siempre una niña muy risueña, feliz y alegre que nada la perturba. Está en quinto grado en la escuela y, a su vez, en las tardes, cursa el segundo año en el Conservatorio (Instituto Nacional de Música Narciso Garay). Ella toca la viola, y lo hace de una manera mágica 🎻
A Emily siempre le han gustado las fotos. Como mamá creativa, he documentado con mi teléfono celular muchos momentos de su niñez. Pero, ahora, con sus 10 años y tres meses cumplidos, me indaga: “¿qué foto mamá?”.
Antes, yo la peinaba y le ponía lazos combinados con su ropa. Ahora ni para la escuela quiere que la peine con lazos. Se peina sola.
Hace un par de meses me hizo una pregunta, que aunque no me tomó por sorpresa, si llegó mucho antes de lo que yo esperaba. Me preguntó si ella podía cambiar su estilo de vestir 😨: “Mamá, ¿me puedo poner faldas y botas negras con camisitas manga larga?”, quedé fría. Emily ya no era una niña, se estaba convirtiendo en una preadolescente. En mi mente pasaban imágenes de niñas Emo (estilo que yo tuve en mi adolescencia). A ella le gusta el anime (sinceramente no sé por qué si ella muy poco ve televisión, pasa más tiempo viendo videos en Youtube 🤷♀️).
También me he dado cuenta que si le llamo la atención, pone una “cara” y se enoja. Ayer tuvimos un episodio y tuve que decirle “no me mires así” 😒 ¿y sabes qué? Recordé enseguida que yo, a su edad, era igual (o peor que eso 😐).
“La vida es un ciclo por el cual todos debemos pasar cada etapa. Al tener hijos, entiendes a tu mamá y el por qué de sus regaños y consejos”. No lo tomé de ninguna parte, son mis conclusiones que he tenido en mi rumbo como madre.
* La autora es diseñadora gráfica, madre y emprendedora. Tiene una niña de 10 años.
* Las opiniones emitidas en este escrito son responsabilidad exclusiva de su autor.
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