Dicen que ser madre lo cambia todo. Para Sheldry Sáez, ser mamá es el momento más extraordinario que ha vivido. Miss Panamá 2011 reveló en esta entrevista cómo la maternidad ha transformado su manera de ver la vida y ha creado una nueva versión de sí misma.
El pasado 12 de marzo, la autora, conferencista y columnista de ELLAS dio la bienvenida a su primogénita Bruna Angelina, cuya llegada revolucionó todo su mundo. Acostumbrada a ser una mujer “independiente y marcar sus propios horarios”, Sheldry ha tenido que reescribir sus prioridades y darle un nuevo significado a su felicidad.
“En estos momentos mis horarios los marca ella, y estoy enfocada en ella. Aún me estoy adaptando a este cambio, y a veces me cuesta visualizar cómo será mi vida profesional ahora; pero es algo que iré descubriendo y construyendo en el camino”, relató.
Afirmó que la experiencia de traer vida al mundo la ha dejado profundamente sorprendida. “Es increíble ver desarrollarse dentro de ti a un ser humano y luego tenerlo en tus brazos y verlo crecer”.
Además, en estas primeras semanas, le ha impresionado descubrir que, no importa cuán cansada se sienta, siempre encuentra fuerzas para su pequeña.
Dos meses con Bruna
Bruna Angelina nació vía cesárea, una cirugía de la cual su madre confesó que recuperarse fue de los primeros desafíos que le tocó como mamá. “Los primeros días fueron duros, porque me costó levantarme a caminar, llegué a desmayarme”, detalló al mencionar que tiene una condición llamada vaso vagal, por la cual ante dolores o impresiones profundas se desvanece.
“La cesárea los primeros días te limita bastante el movimiento y estoy acostumbrada a tener una vida activa, así que eso me frustraba. Pero gracias a Dios me recuperé rápido porque me esforcé en hacer caminatas e ir retomando vida normal”. Comentó que esta nueva experiencia está siendo un verdadero reto para ella, pero cada mañana se repite a sí misma: “Esto no me va a vencer”.
La ex miss reveló que ofrece lactancia materna exclusiva a su bebé, la cual ve como un momento íntimo que disfruta con su hija. “La lactancia es sumamente demandante y de esto poco se habla, ni socialmente se reconoce como se debe, es un trabajón. Es mucho esfuerzo, pero vale la pena. Y va a pasar. ¡Un día a la vez!”

Foto: Cortesía
Trabajar siendo mamá
Aunque Sheldry ha compartido mucho de su experiencia como madre en sus redes sociales, detalló que aún mantiene aspectos en privado. Por ejemplo, comentó que viste a su hija con lindos atuendos varias veces por semana y le toma fotos, pero no se anima a compartirlas.
Otro aspecto que ha preferido guardar en silencio es la incertidumbre sobre el futuro profesional. “Los hombres viven la paternidad totalmente distinta: ellos continúan con su trabajo como siempre.
Nosotras lo dejamos todo, y esa pausa -aunque la haces voluntariamente porque no hay otro lugar en el que quieras estar-, sí duele. Porque dentro de ti habitan sueños e intereses que, de repente, se detienen por completo sin saber cómo ni cuándo retomarlos”.
Destacó que, por el momento, ha logrado seguir trabajando desde casa, aprovechando los momentos en los que la bebé duerme para adelantar tareas.
“Cuando eres tu propia jefa tienes flexibilidad de horario; pero también tienes responsabilidades fruto de años de esfuerzo que no puedes dejar tiradas de un día para otro. Además, no existe eso de ‘licencia de maternidad’, lo que te hace volver más rápido al ruedo. Te toca organizarte y trabajar en un balance”, afirmó.
El amor más grande
En estas pocas semanas de vida de Bruna, Sheldry contó que se ha acostumbrado al llanto de su bebé, que en un inicio le causaba gran preocupación y dolor. También se ha vuelto más ágil con los pañales y todo lo que conlleva el atender a una recién nacida.
“Uno se va acostumbrando al llanto y a entender que no siempre es dolor. También he agarrado práctica cambiando pañales, dando pecho, sacando gases, durmiéndola, vistiéndola, bañándola… he aprendido como mamá”.
En cuanto al apoyo, dijo que no se deja ayudar mucho porque no quiere “perderse de nada”, pero recalcó lo afortunada que está de tener su red de apoyo: su mamá, quien algunas veces ha viajado desde el interior para disfrutar de su rol de abuela; también ha contado con el respaldo de su suegra; y su hermana Dayana.
“Ahora el tiempo vale más, estoy reescribiendo el verdadero significado de la felicidad y de las prioridades. Ser mamá es un amor muy, muy fuerte que estoy experimentando cada día”.